El matrimonio entre personas del mismo sexo.
El tema del matrimonio entre personas del mismo sexo, matrimonio
igualitario o matrimonio gay, no se trata de una disputa entre sentimentalismos
u opiniones discriminatorias o reivindicadoras. Intentare dar algunas ideas
basadas en aspectos científicos tomados de algunos estudios reconocidos, pero más
que todo, basado en respuestas reales sobre el matrimonio, su origen y objetivo
primario.
Antes que se conociera la palabra Matrimonio, la práctica se había
hecho presente, en la antigüedad, esta práctica surgió como una forma de
perpetuar la especie, asegurar los bienes y defenderse de las amenazas del
medio que rodeaban a los individuos. La costumbre se generalizo y se perfecciono
rápidamente y se adoptó con la función de unir a un varón con una hembra con el
fin de procrear, cuidar y educar a los hijos. En los primeros pobladores la
madre cuidaba a la prole y el hombre fue el providente.
El matrimonio como método de unión antes de nuestra era cristiana no
se aplicaba a toda la sociedad, la nobleza o miembros de la sociedad que
deseaban unir familias, riquezas o intereses comunes, efectuaban las uniones de
una forma pública. El resto de la sociedad también celebraban rituales o ceremonias
a fines para sus uniones aunque en un ámbito probado y generalmente negociado.
Antes de Cristo, la palabra que se utilizaba fue desposorio y tenía
varias etapas, en la cuales las familias de los futuros contrayentes negociaban
el futuro de los mismo, determinando los bienes en común, dotes, etc.
En el año 33DC, se acuño en la Grecia de esa época el termino esposo y
esposa designando los nombres genéricos que recibirán los contrayentes después
de desposarse, este matrimonio o unión se fijaban con objetivos claros y
específicos, traer a la vida hijos legítimos, asegurar la manutención y
educación de la prole, se le exigía una fidelidad absoluta a la mujer y al
hombre únicamente se le permitía tener unión sexual con esclavas y prostitutas,
además de su esposa. Muchos años atrás había aparecido la figura del divorcio
como terminación de la unión, el cual se negociaba con más agilidad que la
unión.
Durante el primer siglo de la era cristiana se oficializo la unión
matrimonial sin acuñar el nombre de matrimonio como tal, fue estrictamente
aceptado entre un hombre y una mujer con el fin primario de procrear hijos y
asegurar su educación y cuido de los mismos, tanto en las culturas llamadas cristianas
como en otras, el matrimonio se fundó como una institución que basaba la
sociedad, se empezó a legislar el matrimonio y a establecer obligaciones tanto
al hombre como a la mujer, los derechos también estaban definidos, como el
trato de la prole.
El matrimonio como la unión de un hombre y una mujer con el objeto de
procrear y cuidar a los hijos, no responde a la práctica humana meramente
dicha, más bien, corresponde a una definición para ilustrar la unión
matrimonial y la institución base de la sociedad moderna.
Es necesario para tener una base al tema que estamos tratando, adentrarnos
un poco en la esencia del matrimonio. Para esto será necesario definir algunos
conceptos que son de plural entendimiento, es decir, que intentaremos asociar componentes
que pueden causar polémica, tales como AMOR, SUFRIMIENTO, PERDON, en este blog
en la sección de pensamientos obligados están un par de artículos para ahondar
en estos temas.
AMOR: Esta palabra puede definirse desde la religión, filosofía, desde
el aspecto artístico y hasta científico, intentaremos hacer la definición un
poco simple. Existen dos tipos de amor los cuales puede interactuar en los
individuos o desviarse a uno de ellos el EROS y el AGAPE, el Eros es el amor inclinado a la
atracción física y sexual, mientras que el Ágape
es el amor incondicional, procurando el bien del sujeto amado a costa del
bienestar del que ama, incluso sacrificándose hasta la muerte.
SUFRIMIENTO: Es la sensación incomoda desagradable que experimenta un
individuo por efectos físicos o psíquicos (emocionales), entre los efectos
físicos que causan sufrimiento podemos citar, el dolor, malestares corporales,
etc. Entre los psíquicos o emocionales podemos mencionar tristeza, soledad,
frustración, etc.
PERDON: Es la acción a través de la cual un sujeto decide a raíz de
una pedida expresa o espontáneamente, olvidar la ofensa, injuria o daño hecho
por el sujeto agresor, incluso desistiendo de la venganza o del castigo que
mereciese el agresor por el daño o perjuicio causado.
Entonces, aterrizando un poco,
el matrimonio según su conceptualización social generalmente aceptada en el
mundo es: la unión entre un hombre y una mujer, con objetivos claros
establecidos que son Amarse mutuamente, respetarse y colaborar mutuamente para
procrear y cuidar de los hijos, generando así una familia, que es la base del
desarrollo social.
Desarrollemos esta idea en partes, para que un hombre y una mujer se
unan en matrimonio debe haber libertad de ambos para decidir dicha unión, por
lo general debe existir AMOR, aunque según los componentes del amor es el EROS
el que predomina al inicio, ya que la atracción física es la primera que se
manifiesta. Luengo ya en el matrimonio podemos identificar en sus primeros
momentos dos etapas, la luna de miel y la triste realidad, en la etapa de la
luna de miel todo es bello, agradable, emocionante, su tiempo de duración
depende de varios factores pero es relativamente corto. Posteriormente inicia
la etapa de la triste realidad, es cuando la feliz pareja inicia a conocer
características de su nuevo cónyuge que en su tiempo de noviazgo no había percibido,
tales como, vicios, costumbre desagradable, etc. Es el momento en que se
descubre el paquete ya sin envoltorio, puede ser para algunos individuos un
poco traumático, pero aunque parezca contradictorio es donde se inicia el
proceso de aprender a AMAR en la dimensión del AGAPE.
Es posible que la siguiente etapa sea la maternidad y paternidad, el
proceso se agudiza, existen desacuerdos en varios temas cotidiano, discusiones,
pleitos, etc.
Es aquí donde se inicia el matrimonio en su plena consumación, te das
cuenta que te has unido con una persona de gustos, costumbres, carácter
totalmente diferente a los tuyos, que tendrás que convivir con esa persona
durante un largo tiempo y ni siquiera es tu pariente, parece una introducción a
un cuento de terror, sin embargo, surge el otro componente del matrimonio, el
PERDON, ya están experimentando a este nivel del matrimonio el SUFRIMIENTO, eso
no se discute ni admite dudas, entonces es cuando el perdonarse mutuamente
cambia en lo radical todo el entorno matrimonial, el amor Ágape surge y es
hasta entonces cuando el matrimonio inicia una familia, no hasta que tengan
hijos, es hasta que los cónyuges aprenden a AMARSE en la dimensión del AGAPE y
a PERDONARSE por ende.
Es posible que para algunas personas les resulten chocante o
desagradable algunos planteamientos, por ejemplo, “el matrimonio es la unión
entre un hombre y una mujer”, desglosemos un poco este punto.
En las sociedades “modernas” se está promoviendo la igualdad entre
hombre y mujer, es decir la igualdad de género, sin embargo, es imposible
intentar demostrar o promover dicha igualdad, porque, el hombre como la mujer
son seres totalmente diferentes, física y psíquicamente, esta diferencia es la
que causa la complementariedad en el matrimonio, la educación de los hijos y
por consiguiente en la formación de la familia. No se trata de que si dos
hombres o dos mujeres brindan mejor educación o instrucción a un niño, hablando
de matrimonios “igualitarios”, esto depende del nivel educativo y cultural de
los sujetos, la familia va más allá de la instrucción y cuido.
Veamos que es una familia: Es un grupo de personas que se unen,
fundada en la unión de hombre y mujer para procrear y cuidar la prole,
conformando así el núcleo de la sociedad, este puede ser el concepto
generalmente aceptado, un poco escueto ya que hay varios tipos de familia,
nuclear, extendida, mono parental, etc. Retomando los conceptos anteriores del
matrimonio y la formación de la familia, en la educación, cuido y formación de
los hijos, los roles masculino y femenino, padre y madre forman parte
indispensable para la sana formación de los hijos, tanto la feminidad de la
mujer como la masculinidad del hombre en sus integralidad, establecen la
plataforma y sustento de la psiquis y formación equilibrada de los hijos, no es
tanto la formación como instrucción, es el subconsciente los patrones que se
establecen no conscientemente, los que se ven involucrados y definen el nuevo
miembro de la sociedad y por ende la nueva sociedad. Ahondare en este tema en
otra publicación.
En resumen para mí, no se puede entender como matrimonio a la unión
entre dos hombres o entre dos mujeres, desde el origen de esta institución, por
lo expuesto anteriormente tampoco podría la unión de personas del mismo sexo
formar una familia, desde el principio de la procreación y de la base de la
sociedad, es imposible la procreación entre personas del mismo sexo.
Claro alguien podría decir, “está la opción de adoptar o el vientre de
alquiler u cualquier otra cosa”, sin embargo, desde el principio de la unión
entre personas del mismo sexo está imposibilitada la procreación, de igual
forma el amor matrimonial, que se da exclusivamente entre hombre y mujer.
Con lo anterior no quiero menospreciar ni discriminar a tantas
personas que viven con preferencias diferentes a la heterosexual, merecen todo
el respeto y considero normal en sus uniones la búsqueda de seguridad civil y protección
ciudadana.
Las leyes y aparatos legislativos se crearon y se desarrollan en función
del comportamiento de las sociedades, para normar y regular la sana convivencia
entre los integrantes de una región o país, en la medida que las sociedades
cambian, por ejemplo, crece la población con preferencias sexuales diferentes a
ala heterosexual, es necesario legislar dichas prácticas, es la misión de la legislación.
El matrimonio es exclusivo del hombre y mujer, si las naciones
necesitan legislar las prácticas de distintas orientaciones sexuales, habrá que
crear una figura diferente del matrimonio y abordarlo responsablemente.
Oscar Durán
Editor.